¿Cree que el periodismo digital podría llegar a desplazar al periodismo tradicional?

sábado, 15 de diciembre de 2007

Ensayo









Comunicación y periodismo digital: Una proyección hacia el futuro



Por: Melissa Arce
meliarce06@gmail.com



El surgimiento de Internet, en el decenio de 1990, ha propiciado una revolución tecnológica que promete mucho más que la satisfacción de descargar música o películas.

Las nuevas generaciones han empezado a prescindir de los medios de comunicación de masas para crear medios de comunicación personales, tal como las emisoras de radio online, podcast de audio o video, cortos de cine, blogs de opinión y sitios web multimedia.

Muchos otros también han empezado a utilizar teléfonos con cámara y dispositivos móviles para enviar sus fotos, videos o su conocimiento y opinión a una audiencia global.

Definitivamente, la interactividad y la personalización son la moneda de cambio.

“La gente ya no se conforma con los contenidos de sólo lectura encapsulados en un soporte propietario que a la industria del espectáculo se le antoje distribuir”, escribe Greg Beato en su weblog musical Soundbitten.

“Los contenidos realmente interactivos son aquellos lo suficientemente flexibles como para permitir que los usuarios hagan lo que quieran con ellos. Lo que supone copiarlos a voluntad, utilizarlos en diferentes plataformas, modificarlos, combinarlos con otros contenidos y básicamente hacer cualquier cosa para poner siglos de leyes de copyright patas arriba”.

Mientras que los profesionales siguen con su negocio, los aficionados experimentan nuevas maneras de informar, entretener y comunicarse unos con otros.

Según J.D. Lasica los ordenadores personales se han vuelto tan potentes y omnipresentes que (en este momento ya hay uno en dos de cada tres hogares norteamericanos) y el software de nivel profesional se ha extendido tanto a lo largo y lo ancho del mundo que la mayoría de la gente tiene al alcance de la mano herramientas para la creación digital.

Además, los motores de búsqueda o las comunidades de foros permiten que las personas se comuniquen entre sí e intercambien ideas de maneras que en un tiempo atrás estuvieron sólo a disposición de los especialistas o de aquellos que hacían costosos cursos de formación.

En este sentido, para Ramón Salaverría, director del Laboratorio de Comunicación Multimedia en España, el éxito mundial de la Red supone el principal factor de cambio para el futuro de las profesiones de la comunicación, y en particular del periodismo, pues atañe a su materia prima: la información.


Hacia un mejor periodismo


Para el director, los cambios en la tecnología determinan los cambios en las normas culturales. Esta es la razón por la que creo que, según vaya madurando la generación digital, los jóvenes no se sentirán satisfechos con las formas tradicionales de narración lineal.

"Se necesita con urgencia formar profesionales con criterio, centrados en la mejora de la calidad de la información periodística a través de las posibilidades de documentación, análisis, amplitud y rapidez que propician los recursos digitales".

Siento que la responsabilidad de la incorrecta formación en el ámbito digital, no debe recaer solo en las Facultades de Periodismo. Las empresas periodísticas también deben pagar su cuota. Como bien lo dice Salaverría la ausencia de periodistas prestigiosos en el nuevo escenario digital limita la capacidad de innovación periodística e inversión en el nuevo medio.

“Así las cosas, se comprende que las Facultades estén optando, en el mejor de los casos, por un modelo de formación de periodistas capaces de elaborar publicaciones digitales, sin preocuparse en exceso todavía por la calidad periodística del producto elaborado”.

Sin embargo, yo visualizo el perfil de los periodistas del futuro ligado no sólo a la creación de contenidos sino, a la gestión de la información. La abundancia de contenidos que posee Internet reclama profesionales especializados en crear, analizar y jerarquizar la información.

Con Internet, el problema ya no es encontrar información, sino distinguir entre lo significativo de lo irrelevante. Ese probablemente es uno de los mayores retos del modelo actual de enseñanza.


La revolución 3.0


En 1995, Nicholas Negroponte predijo en su libro Ser digital, que en el futuro las noticias en línea darían a los lectores la habilidad de escoger solo los temas y las fuentes que les interesan. Y parece que ese futuro ha llegado ya.

Sheldon Brown, director del Center for Research in Computing and the Arts de San Diego, de la Universidad de California dice: “La televisión nunca te pregunta: ¿Qué quieres ver ahora? Sólo emite material y tú tienes que buscar la manera de esquivar los anuncios y de escudriñar la programación. En contraste, la interfaz del ordenador moderno se ha diseñado con la idea de que eres tú quien decide qué es lo que hay que hacer”.

El protagonismo social e informativo de los lectores no solo condiciona, sino que incluso dirige la especialización y la tematización informativa.

Francisco Pinto Balsemao reconoce que ante la interactividad propiciada por las nuevas tecnologías, las cartas al director, el derecho de réplica, el derecho de aclaración y hasta la intervención de oyentes y telespectadores en las emisiones en directo, pasan a la prehistoria de la información.

Esa interactividad a la que se hace referencia es una de las características que distingue a Internet de los medios de comunicación convencionales. Los que experimentan con weblogs o bitácoras son un claro ejemplo de lo anterior.

Koldobika Meso Ayerdi dice que es difícil determinar cuántas personas consideran medios de comunicación en línea, páginas de Internet no vinculadas a ningún medio tradicional, pero que son importantes porque cubren una demanda informativa no satisfecha por los medios.

“Esta realidad conocida como periodismo ciudadano o 3.0 contribuye a incitar cambios basados en la complicidad del medio con los problemas de una colectividad concreta”.

Uno de estos cambios es precisamente la democracia 3.0, término utilizado para describir el cambio del consumidor pasivo al activo, recuperando este último su original sentido de participación en el gobierno de su sociedad.

Es probable que dicha cuestión continúe siendo objeto de reflexión, porque la tecnología avanza a una velocidad vertiginosa.

Desde mi perspectiva como periodista, para hacer frente a ello, se le debe brindar al público productos bien diseñados, mejor elaborados e interesantes, así como potenciar también la presencia de la audiencia en el proceso informativo.

Es tiempo de que los medios de comunicación recuerden que no son solo emisores de mensajes, sino también instituciones sociales, formadores de criterio y constructores de la democracia.


El nuevo mercado


Los medios tienen en Internet una base para fomentar el intercambio. Esta participación en ocasiones tiene valor como noticia. Creo que esto es un buen ejemplo de cómo puede un periódico volver a establecer relaciones con la comunidad a la que en teoría sirve.

La tendencia se dirige a lograr estrechar el vínculo entre el periodista y el público. No obstante, también hay iniciativas como la impulsada por la BBC: ofrecer a los usuarios formación periodística.

Estamos en una sociedad en tránsito, en la que los periódicos, y sobre todo los locales, “aceptan el principio de servicio a una comunidad y lo anteponen a cualquier otro” (Peñalva y Coca, 1998, 138). Este tipo de cosas no suelen ser cubiertas por los grandes diarios, fundamentalmente porque éstos están orientados a un mercado más amplio.

Navegando en la red, me enteré que el mayor exponente de esta tendencia es un diario coreano, OhMyNews, que en poco más de tres años ha logrado 14 millones de visitas diarias. La mayor parte de los contenidos son elaborados y remitidos por los propios lectores.

En España destaca el ejemplo de Periodista Digital, desde donde se tiene el convencimiento de que la red está cambiando las reglas del juego. Ellos apuestan por el periodismo participativo, un periodismo en el que la noticia tenga vida propia; un periodismo en red que sobrepase el tradicional formato emisor-receptor.

El cambio está en marcha. Las herramientas del periodismo han cambiado (cámaras digitales, teléfonos móviles,..), y a medida que su uso se generaliza, la población que hasta ese momento solo era usuario pasivo, comienza a jugar un papel cada vez más importante.

Esas herramientas poseen un poder extraordinario a la hora de capturar hechos con mayor inmediatez que los medios tradicionales. Los usuarios de un medio pueden convertirse en reporteros de ese medio en el mismo lugar y tiempo en que acontece un hecho. El caso más reciente, por ejemplo, es el del terremoto de Perú.


Conclusiones


Tal y como dice David Randall, no sabemos qué futuro les espera a los periódicos. Pero sí sabemos que los cambios tecnológicos plantean profundas transformaciones en un futuro no muy lejano.

La cultura digital participativa ya no tiene marcha atrás. La gente cada vez es menos tolerante ante los medios unidireccionales. Quieren ser capaces de interactuar con los contenidos audiovisuales, películas, canciones y juegos, manipularlos y a veces compartirlos con otros. Algunos han llegado hasta a sugerir que hemos llegado al final de la era del consumo.

En un ensayo publicado en su sitio Web, titulado “RIP the Consumer, 1900-1999”, el teórico de los nuevos medios, Clay Shirky,escribió de los consumidores: “Los contenidos mediáticos es algo que otros fabrican para ellos”. Internet ha cambiado la ecuación de los medios, sustituyendo el consumismo por el poder de las conexiones compartidas".

“En la era del Internet ya no existen los consumidores pasivos porque todos somos creadores de contenidos... ya no se puede hablar de “consumidores” porque en el mundo online la dirección de correo electrónico constituye por si misma un canal de distribución, de modo que ahora todos somos productores”.

La diferencia, creo yo, está en ganarse la reputación y el respeto de los demás.


Como complemento de este trabajo los invito a ver el video ¿Cómo ves el futuro del periodismo?



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